PLASTIGLOMERADO, EL ASESINO DEL MAR. PARTÍCULAS DE PLÁSTICO HECHO PIEDRAS

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EL FRANKESTEIN DEL MAR

Los geólogos trazan su origen en Hawái, pero ya se encuentran por todas las costas del mundo. Once mil millones de toneladas de plástico se acumularán en 2025 a pesar de las restricciones de los últimos años. La próxima vez que recoja o juegue con una piedra en la playa, podría estar haciéndolo con restos de basura.

Playa Kamilo, en la isla de Hawái, era un paraíso. Aislada, pequeña y lejos de las carreteras asfaltadas, se convirtió en un destino favorito para los excursionistas. Turismo de acampada: caravanas, guitarras y barbacoas… Traducción: veinte toneladas de residuos cada año.

En los océanos hay toneladas de microfragmentos de plástico que son confundidos por muchos organismos con el plancton. De las medusas pasan a los peces y de ahí al ser humano

El investigador y marino Charles Moore, conocido por el descubrimiento de la isla de basura que crece como un tumor en el océano Pacífico, observó en la playa Kamilo unas extrañas piedras, dispersas por la orilla. Cuando vio que flotaban en el agua, se percató de que no eran piedras. Pero tampoco era capaz de discernir lo que eran.

El investigador y marino Charles Moore, conocido por el descubrimiento de la isla de basura que crece como un tumor en el océano Pacífico, observó en la playa Kamilo unas extrañas piedras, dispersas por la orilla. Cuando vio que flotaban en el agua, se percató de que no eran piedras. Pero tampoco era capaz de discernir lo que eran.

Moore pidió ayuda a los científicos y en 2012 un equipo de la Sociedad Geológica de América, liderado por Patricia Corcoran, se desplazó a Hawái para resolver el enigma. Corcoran descubrió que aquellas extrañas rocas no pertenecían a ningún tipo de los que se enseñan en el colegio. No eran sedimentarias, ígneas o metamórficas, aunque tenían cualidades de las tres. Varios sustratos que se habían ido depositando unos con otros; una sustancia que los amalgama en condiciones de altas temperaturas, y un cambio de estructura que las transforma en un material nuevo. Tan nuevo que nunca antes había sido documentado en la naturaleza. Corcoran lo llamó ‘plastiglomerado’, y la revista Science se hizo eco de su hallazgo en 2014.

El plastiglomerado -vocablo compuesto por ‘plástico’ y ‘aglomerado’- es duro como una piedra, e igual de resistente, pero no es una piedra, sino un híbrido, un material de desecho que, por desgracia, ha llegado para quedarse.

Fuente XLS

 

 

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