Abogada ecuatoriana rompe paradigmas y posesiona un startup solo para mujeres

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Hace un año Jenniffer Martínez dejó la carrera de abogada para crear un servicio de taxis solo de mujeres para mujeres. Desde marzo de 2022 funciona la nueva app, trabajan 170 conductoras en Guayaquil y Quito y busca contratar a más. Hizo una inversión de US$ 40.000, vendiendo su carro, con el apoyo de los “papis y abuelitos” y reventando la tarjeta de crédito. Se muda a México a levantar capital y abrir el mercado.

primera vista, Jenniffer Martínez tiene pinta de abogada, usa un blazer y pantalón negro. Los combina con tenis blancos, ajustados a la tendencia de moda actual. Habla de forma descomplicada y cuenta que ha vivido “el año más increíble” de su vida. En realidad, la joven, de 27 años, dejó de ejercer el derecho en los tribunales, hace más de un año, para convertirse en la CEO de Go Girl. 

En mayo de 2021, creó el primer servicio de taxis exclusivo de mujeres para mujeres. Arrancó de cero, con cinco conductoras y atendiendo los pedidos por WhatsApp. Y desde marzo de 2022 comenzó a funcionar la nueva APP, que ya registra más de 15.000 usuarias, falta completar la pasarela de pagos, cuenta con 170 conductoras en Guayaquil y Quito, realizan 2.000 carreras por semana y el siguiente destino será México. 

Hace pocos días estuvo trabajando en la capital mexicana. Hizo un mapeó el mercado, se reunió con agencias de publicidad, aprendió de la cultura azteca, conoció a conductoras de taxis y analizó la estrategia para entrar a uno de los países de la región con mayores índices de violencia contra las mujeres. La campaña para el registro de conductoras ya está abierto, a través de la cuenta de Instagram Go Girl México para arrancar. 

“Hay un mercado de conductoras inmenso, no es tan complicado conseguir como acá, conocimos a 100 que trabajan en diferentes apps, y les encantó la propuesta porque hace dos semanas habían asesinado a dos conductoras, el feminicidio es uno de los mayores problemas. También las aplicaciones son legales y tenemos expectativas para abrir en ciudad de México y sus diferentes colonias”. 

Allá se encontró con dos ecuatorianos que han sido sus ángeles para guiarla en esta carrera ascendente. Juan Daniel Nebel, fundador y CEO de Picker Express, y Orlando Espinoza, creador de Gacela delivery, y fundador de Household, un servicio de hipoteca transfronteriza en México y Estados Unidos. 

“Ellos son los que más me han ayudado. Los dos viven en México. En este mundo de los startups todos se dan la mano, yo creía que no era así porque en el mundo de los abogados, el abogado con más poder aplasta al otro. Son mundos diferentes. Y cuando comencé esta vida pensé que todos atacan a todos, pero acá hay muchas manos que te quieren ayudar, muchos que están dispuestos a darte un consejo y ayudarte, y se siente la diferencia. Yo no sabía nada, siempre le digo a la gente que me asesora que era abogada, que jamás me imaginé en meterme en un negocio, y mi vida cambió. Dejé de estudiar Derecho para aprender de marketing, inversiones, manejo empresarial, manejo, de personal, contabilidad, programación. Han sido aprendizajes totalmente nuevos, que no me esperaba. Todo ha sido increíble”. 

Se emociona cuando cuenta el giro que ha tenido su vida. Una madre soltera, con dos niños (ahora de 9 y 5 años), que trabajaba en un estudio reconocido de Guayaquil. Cuando tenía 22 años se graduó de abogada en la Ecotec y le tocó litigar en casos complejos. Tiene un masterado en Derecho Penal Económico. En 2020, con la pandemia, la reducción salarial afectó la economía familiar y decidió meterse a “taxiar”, con el carro que recién se había comprado. Hacía carreras con otras apps desde la 18:00 hasta la 01:00 o 02:00.

“Todos los viajes me llevaban a zonas peligrosas. Me tocaba recoger a grupos de hombres, que, si no me hacían sentir incómoda, me pedían el número de teléfono y me invitaban a salir. Gracias dios no me pasó nada, pero he sabido que a muchas conductoras le pasaban cosas terribles. Y cuando hablaba con las usuarias se sentían cómodas y seguras de viajar con una mujer. Empecé a preguntarme ¿por qué nadie hacía nada? y pensaba que ahí había una oportunidad. A partir de eso comencé a cranear. En diciembre, una noche llegué asustadísima a mi casa y se me ocurrió el nombre Go Girl”. 

En enero 2021, comenzó a trabajar en el logo y en la búsqueda de conductoras. Recuerda que muchas personas le hicieron comentarios negativos. “Ninguna mujer maneja bien”, “tú empresa no va a funcionar porque las mujeres no taxean”, “¿quién va a querer trabajar de taxista y peor siendo mujer?”. Algunas de esas expresiones eran de compañeros de la oficina.

En febrero hubo un segundo recorte salarial y le querían pagar el sueldo básico. Hasta que finalmente decidió renunciar. “Yo era abogada, con experiencia, la primera reducción la acepté, pero la segunda fue tres veces menos. Ahí dije este es el momento. Si te cierran una puerta abre otra. Compré un teléfono sencillo, un chip, un plan y empecé a agendar carreras”. Abrió la cuenta de Instagram y en pocos días pasó de 100 seguidores a 15.000. En Tiktok, pasó de cero a 15.000 seguidores en cuestión de tres días. Arrancó con cinco conductoras. Y “fue una locura, todo el mundo quería pedir un taxi”. Fueron creciendo, y contrató a unos jóvenes que le ayudaban con atender el chat con los pedidos, en ocasiones se amanecía en los turnos. 

Actualmente está en una campaña para aumentar el número de conductoras en Guayaquil y Quito y empezar a operar en Ibarra. Conseguir conductoras ha sido lo más complicado desde el inicio. Y como hay una demanda muy alta, a veces se generan retrasos, porque en otras apps el taxi te llega en cinco o 10 minutos. 

“Pero nuestro servicio es exclusivo de mujeres para mujeres. Nosotros no vendemos transporte, vendemos seguridad”, dice. A diferencia de otros servicios, ella conoce a todas las conductoras. Personalmente se encarga de investigar a cada aplicante, como buena abogada averigua todos los antecedentes penales, experiencia laboral y referencias. Cada una tiene que cumplir estándares de seguridad estrictos, desde las reglas de tránsito y tener todos los puntos de la licencia completos. 

“Con las clientas también tenemos filtros de seguridad, pedimos la cédula, porque también las investigamos para conocer que no tengan antecedentes penales y para que no involucren a la conductora en situaciones incómodas, o que le pase algo”. 

El registro de conductoras se ha enfrentado a una realidad “machista”, señala. Muchas mujeres, sobre todo en Quito, le decían que tenían autos, pero sus esposos no las dejaban trabajar, menos de taxistas. Entonces, le ha tocado convencerlas de romper esos esquemas, que se empoderen y se independicen económicamente. 

«Siempre digo que para mí Go Girl se ha vuelto una campaña pacífica de feminismo y haciendo poco, como llevar mujeres en la noche a sus casas, y en el día, contribuimos para la seguridad de las mujeres, y al derecho a viajar seguras. Creo que se escuchan menos incidentes con mujeres en Guayaquil”.

Entre las conductoras que aceptaron trabajar en Go Girl, hay quienes perdieron sus trabajos en la pandemia o vivieron malas experiencias en otras apps, como acosos o bajos ingresos. Además, “se conoce que en el mercado no contratan a personas de más de 40 años, se las discrimina, acá tenemos conductoras hasta de 60 años, que conducen muy bien, damos la misma oportunidad para todas las mujeres”. También es un servicio de taxi pet friendly. “Toda mi vida se ha transformado, de abogada a ‘taxiar’, pasé hambre, pasé mal, cuando abrí Go Girl cargaba US$ 20 en la billetera y gracias a Dios ha ido saliendo bien. Generé oportunidades para mi familia y para 170 mujeres conductoras”. 

Vendió su carro para costear el financiamiento de la app, US$ 20.000. Otros gastos los enfrentó “con ayuda de mis papis, abuelitos y la tarjeta de crédito, que la he reventado, y dos créditos con bancos. En total la inversión sumó unos US$ 40.000 entre todo, en pagar la publicidad, los influencers”. Ahora requiere US$ 25.000 para completar la apertura en México y necesita levantar fondos, porque hasta ahora ha financiado todo con su bolsillo. 

En pocos días se trasladará a vivir a México para operar la plataforma desde allá y está organizando a toda la familia. Tiene buenas expectativas de conseguir recursos, una vez que registró Go Girl Driver Inc en Estados Unidos y tiene previsto aplicar a aceleradoras de startup. “Aspiro levantar capital en lo que resta del año y servirá para abrir en México. Luego queremos llevar la app a Colombia, Argentina, Perú, Chile y Panamá. Son los siguientes destinos, pero no me apresuro, es poco a poco. Yo sé que suena muy fantasioso, pero espero ser la próxima app de taxis de mujeres para mujeres más grande de Latinoamérica, es un mercado gigante”. (I)

Fuente: http://Forbesec

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