Ver o escuchar noticias o información sobre delincuencia, cada día se está volviendo más común en nuestro país.
A diario se suscitan acontecimientos o hechos delictivos, donde está involucrado uno o varios menores de edad, que, junto a mayores de edad y que de alguna forma ya son experimentados en el tema de delinquir.
A simple vista parecen solo estadísticas que se van acumulando y pasan a formar parte del historial de los que infringen la ley y que después se transforma en sus antecedentes a la hora de ser llevado a juicio.
Pocas veces nos detenemos a pensar cual o cuales son las motivaciones o causas que llevan a los jóvenes y adolescentes a optar por el llamado camino fácil de poder llegar a obtener recursos o bienes de la manera ilícita.
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Conocimos una de estas causas a través de la historia de una familia golpeada por este mal que ha derivado en que dos de sus integrantes hayan sido asesinados por supuesto ajuste de cuentas, uno de los fallecidos apenas cumplía 16 años de edad, pero ya tenía un extenso historial delictivo.
Desde pequeño, el inquieto “Brayan” hacia cosas diferentes a los demás niños de su sector, en la escuela se mostraba irreverente con sus compañeros y altanero con los maestros, cada vez que causaba un alboroto, sus padres eran llamados a la dirección con la intención de ser informados sobre el comportamiento del menor.
Cuando esto sucedía, su madre se mostraba contrariada y hacia broma del comportamiento de su pequeño Brayan, y simplemente decía que él era diferente a los demás, su padre en cambio le importaba un pepino como se comportaba y confronto a los maestros más de una vez y les pidió que para esas cosas no le hicieran perder su tiempo.
Camino a convertirse en delincuente
Así fue transcurriendo su niñez hasta que llego la adolescencia y ya se mostraba más agresivo y temerario, su madre le consentía todas sus acciones, un día llego a su casa con una bicicleta que supuestamente era de un amigo, al cabo de 2 semanas llegaron los padres del supuesto amigo a casa de la madre del inquieto Brayan a reclamar la bicicleta, está ya había desaparecido y la madre les manifestó que ella no sabía nada al respecto.

Luego de un mes el inquieto Brayan llego a casa con una mochila llena de ropa de mujer, y le enseño a su madre, ella se quedó deslumbrada con las pertenencias que contenía la mochila y empezó a probarse cuál de las prendas le quedaban, jamás le preguntó a su hijo de donde provenían esos artículos, al contrario, consintió que su hijo haya llevado eso a su casa.

Tiempo después el inquieto Brayan llego en un auto con vidrios polarizados y una maleta llena de armas, su madre se sintió orgullosa de su hijo y aplaudió esa acción, no se sentó con él a indagar que hacía cuando se desparecía por largos periodos y de quien o porque traía esos objetos a su casa.

Cierta ocasión ella presencio un acto que, para cualquier ser humano con un poco de moralidad y conciencia, hubiera significado vergüenza e indignación, más ella aplaudió su comportamiento.
“El inquieto Brayan junto a unos amigos, asaltó a un motociclista y le quitaron el vehículo, la madre vio este espectáculo desde la ventana de su casa, contrario a lo que normalmente una madre hubiera recriminado el accionar de un hijo, ella lanzo un URRA, CAYO OTRO y allí quedo el asunto.
Consecuencias fatales
Pasados algunos meses, el inquieto Brayan se despareció por algunos meses de la casa de su madre, hasta que una madrugada ella, despertó angustiada por el ruido sobre la puerta de la casa, alguien que estaba afuera desesperado trataba de hacerla despertar; ella se levantó y pregunto quién y que quería, la persona al otro lado de la puerta le contesto, “Acaban de matar al inquieto Brayan”.
Sintió como la sangre se le fue a los talones y lanzo un grito estremecedor que le salió de lo más profundo de su ser. Su pequeño Brayan había sido baleado por la policía en un cruce de balas, luego que este y otros amigos habían asaltado un establecimiento comercial y durante esa acción, habían disparado al propietario para poder llevar a cabo sus fechorías.
Allí termino la historia del Inquieto Brayan, a quien su madre le consintió todo desde que era un niño y ala que su padre poco le importó