Perder sabiendo, para ganar creciendo

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Cuando hablamos de crecimiento, se nos viene a la mente que todo va encaminado o el resultado de muchas veces haber ganado, triunfado o vencido, y ese es el denominador común o el concepto generalizado que conocemos.

Muchas veces el desarrollo de los acontecimientos no ese, sino que en ocasiones hay que ceder, perder momentáneamente para poder ganar, eso se traduce al hecho que la saturación de los sistemas que usamos, y que, ya no son viables o aplicables a nuestros objetivos.

Considerando que los cambios que experimenta la sociedad debido a la globalización, nuestros conceptos o formas de ver las cosas, resultan obsoletos, y es allí donde debemos de redireccionar las acciones para no caer sin poder levantarse.

Perder algo en su momento es doloroso, y en el caso específico de los proyectos que tenemos pensado o que ya están enrumbados, resulta muchas veces traumático y frustrante; muchos de los proyectos o emprendimientos mueren y no alcanzan ni siquiera estar en pie el primer año.

De cada 3 emprendimientos, solo uno rebaza y se mantiene en pie en el primer año de creación, el resto desaparece o simplemente nunca despega, para reponerse de ese impacto es necesario aplicar la formula del – es = al + que resulta ser al final perder varias veces para ganar una, más esa una vez debe de ser eficiente y duradera.

Y no se trata de la varita mágica o de la suerte, se trata de conocer el terreno que estamos pisando, conocer las características del entorno y sobre todo conocer nuestras limitantes y nuestras capacidades «No pretendamos saber todo, si al final terminamos no sabiendo nada”.

Dejar que las cosas sucedan por milagros, es como sembrar una moneda debajo de una piedra y esperar que germine o que nadie más la encuentre, si aplicamos la lógica, lejos de las creencias, sabemos que eso no sucederá, pues no germinara y lo más probable es que alguien la encuentre y se la lleve.

De un NO o de una derrota, es el principio de una nueva oportunidad de crecimiento y sacarle lo mejor de esa derrota o de esa negativa, porque allí tenemos un elemento de estudio al saber que hicimos mal, que no hicimos o que cosas no las consideramos importantes, y que, al final fueron decisivas para poder llegar a ganar o perder.

Por: Rosendo Villavicencio

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