A sus 35 años, es el presidente de la República más joven que ha tenido el país. En sus primeras declaraciones la noche del domingo, señaló que está listo para devolverle la sonrisa a la ciudadanía. También el empleo, la tranquilidad a las familias y el progreso “a un país que tiene todo para ser un ejemplo mundial”
Daniel Noboa Azin, hijo del cinco veces candidato a la presidencia de la república del Ecuador, se convirtió el día 15 de octubre, como el nuevo y más joven presidente que tiene la historia constitucional del país.
Haciendo un recorrido por la historia electoral, con relación a las aspiraciones presidenciales de Álvaro Noboa, encontramos que participo por cinco ocasiones como candidato, de las cuales en tres llegó a la segunda vuelta, de las cuales las perdió todas.
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El caso de Daniel Noboa es muy suigéneris, pues creció en medio de campañas electorales que llevaba a cabo su padre, desde el año 1998 cuando apenas tenía 10 años de edad, y lejos estaba en soñar o imaginar que podría convertirse en presidente del Ecuador.
Con un pasado pilotico poco conocido, aunque ya fue asambleísta de la república durante el periodo 2021-2025, en la Asamblea que fue disuelta por el actual presidente Guillermo Lasso; era un total desconocido en el ámbito político nacional, a no ser porque se lo vinculaba a las empresas de su padre, de la cual forma parte.
Aun así, apareció como candidato en alianza con varios movimientos políticos, los cuales lo uparon para que sea su imagen en la carrera hasta Carondelet.
En la primera vuelta electoral de las elecciones presidenciales adelantadas, era un nombre más de los participantes, donde las encuestadoras no le daban mayor oportunidad de quedar finalista, aunque poco a poco su forma de ver la política, y de evitar la confrontación fue ganando espacio que lo llevo a ser finalista junto a Luisa González del movimiento correista.
Hasta que llego el día de las elecciones el 15 de octubre del 2023 donde obtuvo el 52% de los votos válidos para ser el nuevo presidente del Ecuador, y conseguir lo que su padre Álvaro no pudo en cinco ocasiones.
